El primer objetivo será jugar al tenis priorizando el poder disfrutar de una actividad al aire libre que no precisa más de 2 personas para practicarla y de a poco ir incorporando mejoras al juego que pueden ser técnicas, tácticas, de rendimiento físico, etc.
Muchas personas comienzan a practicar tenis en edad adulta por curiosidad, tiempo libre o porque llevando a sus hijos a la escuela se van familiarizando con la actividad, y para poder acompañarlos en el juego, toman la decisión de aprender.
Son muchos los prejuicios, miedos, vergüenza, que condicionan su practica; y para ello es fundamental el asesoramiento de un docente capacitado y con la suficiente didáctica para poder demostrar que jugar al tenis es mucho mas sencillo de lo que parece.
El primer objetivo sería tratar de pasar la pelota por encima de la red y que caiga dentro de los limites de la pista. Para ello actualmente existen elementos que contribuyen a lograrlo mas fácilmente como las pelotas de baja presión, que por picar menos facilitan la práctica, haciendo que el juego sea mas lento de lo normal. Igualmente es conveniente que en principio la distancia sea cercana a la red.
Colabora en el aprendizaje las experiencias motoras previas que el alumno traiga en su formación, aunque estas no sean especificas del deporte. Muchos alumnos en su niñez han practicado otras actividades que ayudan con posturas similares o gestos coordinativos que son aplicables al tenis.
Se debe comenzar siempre con ejercicios fáciles para ir progresando y luego pasar a los más difíciles.
A medida que el alumno comienza a obtener resultados positivos con sus golpes se buscara el consenso necesario para que incorpore los gestos técnicos que le permitan obtener economía de movimiento al jugar.
En esta etapa formativa, las experiencias motoras previas son un condicionante positivo o negativo, ya que gestos mal asimilados pueden ocasionar dificultades para incorporar golpes técnicamente puros que permitan una evolución progresiva del juego.